Spain is different. Una de las cosas que más llama la atención de los extranjeros, son nuestros particulares ritmos y horarios. Esos que nosotros mismos consideramos con orgullo una seña de identidad.
Hace un par de meses, el New York Times publicaba un artículo sobre el tema titulado «España, el país donde se cena a las 10 de la noche, se pregunta si ha llegado el momento de reajustar los relojes»
Efectivamente, están empezando a hacerse escuchar voces que anuncian tiempos de cambio: Toca revisar tópicos.
Comer a las 15h y cenar a las 22h parecen formar parte de nuestra idiosincrasia, pero ¿cuál es el origen de estos hábitos? A muchos sorprenderá que no se remonten más allá de 1940. Durante la posguerra española, se generalizó el pluriempleo (masculino), y el modelo se adaptó para esperar al cabeza de familia para comer (tarde) y cenar (tardísimo). El día quedó partido en dos ciclos, con una larga pausa a mitad de jornada de 2 ó 3 horas, que se refleja también en los horarios comerciales.
Hoy día nos encontramos una realidad muy diferente, y ha surgido una iniciativa llamada «Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles«. Plantean revisar estos hábitos con el objetivo de dar mayor valor al tiempo, y han publicado un manifiesto al que todos los ciudadanos nos podemos adherir.
Puestos a revisar, habría que plantearse devolver a los relojes al huso horario que geográficamente nos corresponde (el de Reino Unido y Portugal, marcado por el Meridiano de Greenwich). Fíjate en el mapa… significa que tenemos un desfase con respecto a la hora solar, que en algunos casos (en verano, en Galicia) llega a ¡2 horas y media!
Te lo cuento de corazón,
Fdo: Doña Lole